La ternura de esta novela gráfica me cautivó hasta cada una de las lágrimas que me salían. No porque fuera dramática sino lo tierna y blanda que resulta ser, entre ilustraciones y narrativa que te traslada a comprender y ponerte el los zapatos de un niño adoptado.
Esta novela son de esas que deben tener todos los padres que quieren tener un niño adoptado o los que ya lo tienen.
Esta novela está realizada por Jung Sik Jun, nacido en 1965 en Seúl, Corea, fue adoptado por una familia belga a la edad de cinco años.
Increíble historia real que el protagonista cuenta con el alma descubierta. En el anexo tiene una parte muy interesante.
Jun Jung-sik vagabundea por las calles de Seúl cuando un policía le coge para llevarlo a un orfanato norteamericano. Tenía 5 años y se encuentra en otro país y con una nueva familia, ellos son belgas. En su ciudad también se encuentra con más coreanos adoptados. A medida que crece, se hace muchas preguntas que todos los hijos adoptivos parecen experimentar y que para algunos es incluso muy difícil afrontar.